martes, 5 de enero de 2016

- Capítulo 9 - Parte 2

- Al menos sonrío, por un rato... -


- A la de tres. ¿Va?
- Va
- 1 ... 2 ...
- ¡3!
Ambos nos lanzamos sobre la puerta, armas en mano, con un grito sordo que retumbó en toda la sala.
Una docena de ojos fijos en nosotros se quedaron perplejos al vernos. Ahí en el rincón de una gran sala de oficinas.
Armas en alto, nos quedamos atónitos. Estaban vivos... Ni un solo muerto rondaba la sala. Bajamos las armas poco a poco. Sin dar crédito a lo que estábamos viendo.
Que alivio.
Fijé e ellos la mirada intentando localizar a la persona a la que andaba buscando, mi padre... Caí de rodillas al suelo rendido del agotamiento, aliviado al ver que estaba a salvo. La tranquilidad reinó por completo en mi, aunque solo fue un rato.
Su cabeza se alzó, mirándome, dibujó una gran sonrisa en su rostro y me abrazó como nunca lo había hecho antes.
Después de unos minutos abrazándonos, se separó de golpe. Me sorprendí, ¿Que pasaba?
- Hijo - comenzó ha hablar - ella, ya ha estado aquí hace unas horas, vino a buscarte, nos ayudó a librarnos de los monstruos que aun quedaban por aquí, la mandé a casa, insistió, quería encontrarte a toda costa, no pude hacer nada, le dije que tuviese cuidado, que era peligroso, que la gente estaba desesperada... No me hizo caso. Lo siento.
- Papá, ¿que insinúas? ¿Sigue viva?
- No lo se. Consiguió salir del la escuela en un autobús con unos cuantos de sus compañeros, vino y solo iba con la idea de encontrarte a toda costa.
- ...
- Ellos se la llevaron.
- ¿Ellos? Quienes papa ¡Quienes!
- Desde que el caos se abrió paso en esta ciudad los Hell controlaban la zona. Ellos comenzaron los saqueos, el contrabando de armamento y también el de personas vivas para la experimentación de nuevos fármacos contra el virus. Salió en el último comunicado retransmitido.






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